viernes, 21 de abril de 2017

Un año y una vida

  Eyre, desde que estás con nosotros, hoy hace un año (en realidad parece que siempre hayas estado...) no recuerdo la vida antes... ¿Antes? No puede haber antes... Toda mi vida ha sido un camino para llegar a ti. Me enseñas cada día a amar la vida, a valorar cada movimiento de los árboles, a oler cada flor del campo, y a robarle las habas al yayo, a cantar a voz en grito en el coche, a reirme cuando llueve porque el agua está mojada...

  Me enseñas cada día, mi amor, a ver lo realmente importante.

  Eres la alegría, la fuerza que necesito a veces para levantarme, la inocencia que nos falta a todos muchas veces, la humildad del aprender, a nosotros que pensamos que todo lo sabemos...

  Eres una luchadora, mi vida, desde el día que te concebimos supe que ibas a ser especial, una persona que cambiaría las matemáticas si hace falta para mejorar un poco todo este caos (quizá si 1+1 no fuera 2, el mundo sería un lugar más habitable)

  No quiero hablarte de lo duro que ha sido este año, porque ha valido la pena. Ha valido la pena cada lágrima y cada momento de tensión. Ahora somos lo que somos gracias a todo, y sobretodo, gracias a ti.

  El 21 de abril de 2016 nos hiciste el mayor regalo que nadie nos ha podido hacer nunca. Nos pusiste el nombre de Papi y Mami. Y nos diste la vida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario