jueves, 21 de diciembre de 2017

¡Feliz Navidad!

  Llevo años odiando la Navidad, pero por una casual y preciosa razón llamada Eyre, estas fechas se han vuelto a convertir en mis favoritas.

  Los que ya no están se echan en falta, pero los que estamos, nos crecemos para llenar un poco su vacío.

  La alegría, las risas, los cassettes de villancicos rallados, la cabalgata de Reyes, las estelas que dejan los pajes a su paso por casa de mis yayos,...

  Me tomo unas mini vacaciones navideñas para empaparme de amor y familia, para disfrutar como una niña lo que con la adultez creía perdido.

  Disfrutad, reid, llorad de alegría, abrazaos, haced sentir a vuestrxs hijxs que son especiales y únicos.


  Si viajais, os quiero de vuelta.

Este es Duque, que quiere felicitaros también las fiestas.

jueves, 14 de diciembre de 2017

Súper Papi

  A menudo leo y escucho con pena relatos de padres que no asumen las responsabilidades que su "cargo" les otorga. Padres que entienden que sus bajas paternales son para descansar (y ya de paso, la baja de la madre para que se deslome criando sola a un recién nacido mientras se recupera del parto). Padres que sólo aparecen para presumir de hijas e hijos. Padres que exigen un "llevar al día" la casa. En definitiva, padres que no saben lo que significa ser padre.

  Y me entristece. Me enfada mucho ver como modelos sociales de hace 20-30-40 años, siguen repitiéndose con la única reivindicación de una madre deshecha que casi siempre acaba echándose la culpa a ella misma.

  Y te veo a ti, Súper Papi, y no encuentro en tu ser ni un atisbo de estas situaciones tan machistas. Y pienso de dónde saliste con tu mono de mecánico y tu capa de superhéroe.
  
  Somos un barco en el que remamos todos, tú, trabajando todo el día fuera de casa y cuando vuelves no desapareces. Yo, en casa, cuidando y guiando a nuestra hija. Y, por supuesto, Eyre, nuestra capitana, la que encuentra siempre la estrella Polar en el cielo.

  En casa no me ayudas, sino que haces parte de las tareas de casa porque entiendes que yo no estoy en casa descansando. Cuando tú estás, te ocupas de Eyre para que yo pueda desconectar (o dormir 10 minutitos más) 

  Todo esto debería ser lo habitual. Es lógico, ¿no? Dos personas deciden tener un bebé y cuando nace, se dedican ambos a su crianza (en lo bueno y en lo malo, en el parque y en el médico...) y, por supuesto, nunca olvidan que conviven bajo el mismo techo con todo lo que ello implica.

  En nuestro caso, como sabéis, yo me dedico a criar a Eyre durante todo el día. Antes de tenerla, ya estaba sin empleo remunerado, así que cuando nació, decidimos continuar con esa situación.
  Súper Papi es mecánico, y trabaja fuera todo el día. Súper mami, osea yo, trabajo todo el día también, pero en casa.

  Nunca, nunca, ha menospreciado mi trabajo. De hecho, no hago todas las tareas de casa, y es él el que las hace los fines de semana. Ningún reproche. Ningún: "estando tu en casa no tendría que hacer yo nada" Nada de eso...

  Los hombres de verdad, educados en equidad, apechugan, asumen responsabilidades y tareas, no se desactivan al llegar a casa porque entienden que tu labor también es dura.

  Los hombres de verdad reman contigo. Son compañeros de vida, no lastres, no entes superiores.

  Lo cuento desde mi experiencia, porque entiendo que mi situación (y la de muchas que sois amas de casa y mamis 24/7) es la que, a priori, es más vulnerable a actitudes machistas. Soy consciente que también hay parejas en las que ambos trabajam fuera en las que él espera, al llegar a casa, tener una criada en vez de una compañera.


  Hoy escribo este post como un pequeño reconocimiento a Súper Papi, el que llega con las manos llenas de grasa, se las lava y enseguida se arremanga para hacer cosas en casa. El que sabe arreglar con sus manos lo que está hecho añicos. El que mira la vida con mis mismas gafas violetas. El que entiende la paternidad como una aventura llena de alegría pero con muchas responsabilidades.

  Eyre es muy afortunada de criarse con un modelo de hombre de los que no se encuentran fácilmente.


  Y yo soy muy afortunada de tener un compañero de vida así, cómplice de mis locuras y que siempre camina a mi lado.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Los cuentos de casa: Entre Avellanos

Como llego a casa...

  En Facebook sigo entre otras páginas la de la asociación de promoción de la Lactancia materna AMAMANTA. Y en ella fue donde conocí esta joya solidaria.




  Así es que me puse en contacto con una de las autoras, Julia Pérez , para comprar un ejemplar. Una parte del precio, va destinada a una de las asociaciones con las que ellas han decidido colaborar, dedicadas a la protección de la infancia, los animales y el medio ambiente. Yo elegí AMAMANTA, por su gran labor y porque gracias a un taller suyo, logramos sacar adelante nuestra lactancia.



El cuento bajo el ojo objetivo

  Entre Avellanos es un cuento cortito, de unas 25 páginas a color. Está fabricado en papel de alto gramaje sin llegar al cartoné. 

  Es un libro clásico, con ilustraciones maravillosas, sin solapas ni pop-ups.

Nos sumerge en la historia de...

  La Osita Inés es una osezna que vive feliz en su bosque, con sus amiguitos de siempre y su familia.



  Pero un día, su familia y ella tienen que mudarse a otro bosque, donde no conocía a nadie.

  Poco a poco, Inés va abriéndose a la nueva vida y con la ayuda de su madre y animales generosos y amables, encuentra su lugar y nuevos amigos en el bosque de avellanos.

  Las autoras, Julia Pérez y Eugenia Núñez, han sabido crear un cuento divertido a la par que entrañable y precioso.

Después del cuento...

  La ternura que nos aporta la osita Inés y sus amigxs, algo tan fuerte como la amistad, la confianza en unx mismo, la superación de dificultades y, sobretodo, la adaptación a cambios de vida, son valores que podemos encontrar en este adorable cuento.

  Está recomendado para tratar con lxs peques cambios de domicilio, de situaciones familiares, y, en general, cambios en sus vidas.

Opinión

  Entre avellanos fue de los primeros cuentos "con chicha" que llegaron a casa. Y desde que entró por la puerta, me enamoró. 

  Su ternura, su mensaje, sus ilustraciones y la solidaridad de sus autoras hacen de Entre Avellanos el cuento perfecto para hacerse un hueco en la biblioteca de cualquier familia, ya que es adorable tanto para peques como para papis.

  Si os apetece comprarlo, os dejo su página de Facebook, donde he visto además, que tienen hasta el día 11/12 una promoción Navideña.