jueves, 23 de febrero de 2017

Baby Led Weaning

  Seguro que muchxs de vosotrxs conocéis de qué va esto del BLW, otrxs lo veréis como una moda, otrxs no sabréis ni de qué estoy hablando...

  El Baby Led Weaning, en su traducción literal, habla del destete guiado por el propio bebé. El problema de esta traducción, es que el concepto de "destete" que tenemos en España dista mucho del de los países del norte de Europa que es de donde viene la expresión. Aquí hablamos de destete cuando el bebé deja de mamar. Sin embargo, el término "destete" al que hace referencia el BLW es al proceso por el cual el bebé va aumentando progresivamente la ingesta de comida sólida, disminuyendo las tomas de leche, siempre de una manera autorregulada y respetuosa.

  Por otra parte, el Baby Led Weaning, define también una forma de alimentación y yo diría que hasta un modo de vida familiar.

  Para empezar con la alimentación complementaria (sean papillas o trozos) el bebé tiene que cumplir unos requisitos que marcarán el momento en el que su sistema digestivo está preparado para procesar alimentos diferentes a la leche. Estos son:
- Pérdida del reflejo de extrusión (no escupe todo lo que le entra en la boca distinto de la leche)
- Se mantiene en postura erguida sin ayuda
- Muestra interés por la comida
- Tiene, al menos 6 meses 

  Una vez sabemos que nuestrx peque cumple los requisitos, seguiremos unas pautas para que sea un método seguro y beneficioso:
- Daremos siempre antes de la comida sólida, su toma de leche.
- Nunca lo sentaremos a la mesa ni con sueño ni con hambre.
- Le presentaremos cada alimento nuevo durante tres días, y siempre por la mañana, máximo mediodía, para descartar alergias.
- La forma más adecuada de darles los alimentos es en bastones o trozos suficientemente grandes para que puedan gestionarlos bien.
- La textura ideal de frutas y verduras es aquella en la que nosotros podemos deshacerlas "masticando" con los labios.
- La carne hay que presentarla o en hamburguesas/croquetas/picada o en tiras a contraveta.
- Por seguridad, hay que evitar darles:
   · Frutos secos enteros
   · Manzana, zanahoria o cualquier fruta/verdura que al "soltarse" un trocito pueda sufrir un ahogo
    · Miel, por el riesgo de botulismo.
    · Lácteos. Antes del año, no hay que darles ningún lácteo, ni leche, ni quesos, ni yogur, ni mucho menos "Mi primer Danone" aunque el pediatra nos de una de esas hojas que deberían estar en un museo (Dato verídico: la hoja que me dierón a mí era igual que la que le dieron a mi madre hace 30 años, con la diferencia de que ahora existen datos que echan por tierra todas esas recomendaciones) Y esto de los lacteos no lo digo yo, lo dice la AEPED
  · Verdura de hoja verde por su contenido en nitritos.
  · Azúcar
  · Sal (a partir del año, se introduce de forma progresiva)
  · Alimentos precocinados, bollería y demás cosas sabrosas pero nutricionalmente nefastas (en realidad esta debería ser una norma para todxs, pero hay que reconocer que está todo muy rico)
  · Grandes pescados, cabezas de crustáceos por el contenido de mercurio.

  Por lo demás, pueden comer lo mismo que comemos en casa (cereales de verdad tipo arroz, pasta, quinoa... ,frutas y verduras, legumbres, carne, etc)

  Como veis, no hablo de ningún calendario, más que nada porque es una simple invención nacida en la época en la que se introducían las papillas a los 3 meses (Carlos González, pediatra miembro de la AEPED, habla de esto en sus libros). Pensad una cosa, bueno, más bien dos:
  - La introducción de alimentos mediante un calendario que dura hasta el año generalmente, nos deja "desamparados" una vez nuestrx peque cumple 12 meses. Entonces es cuando te ves celebraciones de cumpleaños con gusanitos, coca-cola, tartas, fiambres, etc, generalmente cuando los papis han sido de seguir a rajatabla ese calendario. ¿Alguién me puede explicar de que sirve entonces darle cerdo a los 10 meses (ni un día antes ni uno después) y darle papillas con 10 verduras, si luego llega el año y le damos todo tipo de cerdadas? (perdonadme, queridos cerdos)
 - Los cavernícolas no tenían calendarios yla especie no se ha extinguido.

  Bajo mi punto de vista, el Baby Led Weaning es un método de introducción de la alimentación complementaria súper positivo por varias razones:

1.- El/ la peque comparte mesa con el resto de la familia, haciéndolo sentir uno más, sin ser excluido de ese momento tan importante que es la comida.
2.- Al ser un método basado en la autorregulación, no hay cantidades establecidas de lo que debe comer, y así, la lactancia materna o artificial (que es su alimentación principal hasta el año) no se ve comprometida. Con el método papillas, son muchas lactancias las que fracasan (no lo digo yo, lo dicen los profesionales)
3.- Su comida tiene que ser la misma que la que se prepare para el resto de la familia (adaptada a sus capacidades en cada etapa). Y como queremos inculcar unos hábitos saludables, pues acabamos por modificar los nuestros para dar ejemplo. Se podría decir, que con el BLW ganamos todos nutricionalmente hablando.
4.- Lxs peques aprenden desde el principio a masticar, evitando todo el proceso de adaptación a sólidos como ocurre con los triturados.
5.- No hace falta cocinar nada a parte. Sólo separar su ración antes de ponerle sal a la nuestra.
6.- No es necesario comprar tablets, aviones o helicópteros para engañarlos para que coman lo que nos ha dicho un pediatra que a penas conoce al peque (que casualmente es lo mismo que le ha dicho a otra mami que su peque tiene características muy diferentes al nuestro)
7.- Aprende a comer solo, primero con sus manitas, luego ya vendrán los cubiertos (Eyre está empezando a usar ahora tenedor)

  Nosotros elegimos este método (que no es ninguna moda, todo lo contrario, es lo que se venía haciendo toda la vida hasta que llegaron los pediatras accionistas de marcas de leche y las batidoras) bastante antes de que naciera Eyre. Ambos ( Súper Papi y yo) siempre hemos sido unos "asquerositos" en nuestra alimentación, y pensamos que el momento de introducción de la alimentación complementaria de Eyre era un gran momemto para hacer borrón y cuenta nueva en nuestra alimentación, haciéndola mas sana y variada, y quitándonos la mayoría de productos supérfluos.

  Estamos súper satisfechos con nuestra decisión, pese a las críticas, las miradas inquisidoras y los vaciles varios.
  Con este tema en cuestión nos hemos dado cuenta de que nadie se mete en la educación ni en la forma de criar de los demás padres, pero "estais locos, se va a ahogar", "jajaja, comiendo con las manos", "así no se alimenta bien" etc. En fin, creo que para el año que viene van a sacar la carrera de Opinología en la universidad de Yupilandia.

  Os dejo imágenes de varios menús de Eyre desde que empezó con el BLW hasta ahora.


jueves, 16 de febrero de 2017

¿Que hago si mi hij@ no es como los de los libros?

  Todos los días leo artículos y escucho conversaciones en los que se habla de distintos temas sobre maternidad como si de dogmas se trataran...

  Como si la maternidad fuera La Maternidad, una sola, única,sin variantes.
Si los adultos no paramos de decir que cada persona es un mundo, ¿qué nos hace pensar que todos los niños son iguales? ¿qué todas las mujeres somos iguales?
Y ahí vienen las frustraciones, los "chascos"...

  Cuando estaba embarazada, recuerdo leer "todo" acerca del embarazo y del parto. Y NADA es como te cuentan (quizá,ese embarazo "tipo" y ese parto ideal existan"
Pues con la maternidad y los bebés igual...

  Cuando nació Eyre fue un desastre en este sentido. El primer mes fue un lloro contínuo (padecía de cólico del lactante, un día escribiré al respecto)
Así es que ante la poca información que nos daba nuestra pediatra, empezamos a leer al respecto.
Vimos tutoriales sobre masajes para bebes que iban bien para la tripita y para relajarlos. A Ella no le relajaba (y hoy por hoy tampoco) nada. Y decíamos "¿qué estaremos haciendo algo mal,que no funciona lo que se supone que funciona a todos?"

  A raiz de sus cólicos, decidimos hacer colecho porque necesitábamos descansar y Eyre no quería de ninguna de las maneras dormir en la cuna. Pues bien, leimos libros, artículos, etc que hablaban de técnicas para que durmiera en su cunita (no Stivill) y nada... (que ahora estamos encantados de colechar con ella pero en ese momento fue más el tema "qué dirán" que otra cosa...

  Eyre es una peque tremendamente demandante (a todos aquellos a los que les apetezca decirme aquello de "eso es porque la habeis malacostumbrado" les digo que gracias, guardaré su opinión para cuando me importe) desde que nació ha querido brazos, nada de carro, pecho continuamente (qué hago con las recomendaciones prehistóricas de "cada 3 horas"?)... Eso en los manuales no aparece (bueno, ahora con el tema de la crianza natural sí...)

  Entonces ¿qué hago si mi hij@ o mi maternidad (o ambas) no es como en los libros? Nada. Bueno sí, puedes hacer algunas cosas que básicamente se resumen en dos:
-Dejar de leer manuales sobre crianza (hasta hace nada no existían, y la especie no se ha extinguido...)
-Hacer más caso a tu bebe y menos (o nada) a los licenciados en opinología.

  Siguiendo estas dos pautas básicas nadie tiene asegurado un camino fácil (nadie dijo que iba a serlo) pero al menos permite disfrutar de la maternidad con sus luces y sombras.

  Y ahora viene el momento en el que alguien que me conozca bien me diga: "¡pero si te has leido todos los libros de Carlos Gonzalez!" "si siempre estás diciendo:ha salido un estudio que dice que..."

  Pues sí, me encanta leer. Antes leía 50 sombras de Grey y ahora leo Se me hace bola de Julio Basulto. ¿Qué le vamos a hacer? Leo para aprender, sin obsesionarme si Eyre no hace esto o aquello (en los manuales pone que los dientes salen a partir de los 6 meses, a ella le han empezado a brotar a los 8 meses, ¿tendrá algún problema?)

  El secreto reside en tener claro que los autores de los libros han tenido y criado a sus hijos (¿1, 2, 3, 4?) no a toda la humanidad. Y si son especialistas en psicología infantil o pediatría, nuestro hijo puede ser el que se salga de la norma. Y no creo que pase nada, a no ser, claro está, que exista algún problema.

  En definitiva, como dice mi querido maridín: "Cada xiquet és un mon" (cada niño es un mundo) y como tal, si los autores hubieran tenido que escribir un libro por cada "mundo" apañados iban.


jueves, 9 de febrero de 2017

Hola, soy Mari y soy una talibana de la lactancia materna

  Cuando nació Eyre, tuvimos que llevarla a los dos días de darnos el alta a revisión al hospital por el peso que había perdido.

  Allí,una pediatra joven (aún sería residente por su edad...) nos habló de "las talibanas de la lactancia materna" en ese momento, reconozco que algo de gracia me hizo.

  Yo estaba convencida de darle pecho a pesar de los problemas que estábamos teniendo (muchos ocasionados por la "fantástica" información prestada por los "profesionales" que nos habíamos encontrado) pero reconozco que en esos primeros días, el vínculo que tenía tanto con la peque como con la lactancia me hubieran permitido luchar por su instauración un par de semanas, tres a lo sumo...

  Durante el embarazo había leido mucho a Carlos Gonzalez, artículos de la Asociación Española de Pediatría, OMS, etc. Ya de antes tenía claro que quería, al menos, intentarlo (sí, así lo decía cuando me preguntaban "lo intentaré, y si no, biberón,que no pasa nada")

  Pero cuando nació Eyre y vi que no era tan fácil como había leido, que encima desde el paritorio nos dirijieron mal , en planta para qué contaros... En vez de acobardarme y decir, pues nada, le daremos biberón... Me empoderé como mujer, como mamífera y luché por poder darle a Eyre lo mejor de mí en ese momento (creedme, dado mi estado anímico, lo único bueno que podía darle era mi leche)

  Realmente no fue así, esta es la explicación bonita, la del empoderamiento. La realidad fue que me sentía tan mal, que pensaba que menuda madre sería si ni siquiera podía darle mi leche. Y sí, fue por cabezonería, para que mi hija me quisiera. No dormía por la noche (ni por el día) para que ella se enganchara. Teníamos que darle fórmula como complemento del pecho, pero claro, entre que la despertábamos, me colocaba las pezoneras (se suponía que tenía pezón plano) (tengo pensado dedicar un post a tod@s es@s "profesionales" que si se quedaran en casa, subiría la tasa de lactancia materna), se enganchaba (si es que lo hacía...esas pezoneras eran más grandes que su boquita), mamaba, le dábamos el bibe, conseguíamos que eructase y se volvía a dormir, ya era la hora de la otra toma, y vuelta a empezar...

  Y fue cuando decidimos buscar ayuda en un taller de lactancia y ahí se abrió el cielo. Recuerdo que el primer día fui con mi madre (Santa paciencia la que tiene) y ya esa noche le di teta sin pezonera y sin nada... (me salieron dos pezones como Dios manda en cuestión de 1 hora) A la semana ya le habíamos quitado el refuerzo de fórmula. Comprendí que en la lactancia materna, eres tú y tu bebé. Las personas de alrededor sólo deberían actuar como guías, nunca interfiriendo marcando pautas obsoletas, dando suplementos que no necesita el bebé (al menos no de la manera que le daban a Ella)

  Y "triunfó" la teta sobre la tetina, y empecé a hacerme más sabia, más concienciada de la importancia de la lactancia materna.

  De ser un infierno, pasó a ser uno de los elementos de la maternidad que más me ha ayudado a mantenerme arriba (a parte de los evidentes beneficios para la salud), ha creado y reforzado el lado afectivo (cuando nació, ella me buscaba, pero yo no sentía demasiado ese "amor a primera vista" que dicen que se siente, y la lactancia me ayudó mucho a establecer ese vínculo)

  Y ahora me acuerdo mucho de usted, pediatra, que me habló de las "talibanas de la lactancia", y le digo que me ofende tremendamente como mujer que utilizara ese término. Dar de mamar no es un radicalismo, es parte de la verdadera naturaleza humana. Aquí no hay armas, más que las que boicotean a los laboratorios (me pregunto si esas "pullitas" van porque hacemos que el negocio de la leche pierda números), no nos inmolamos, ni hacemos mal a nadie (todo lo contrario...)
En fin, señora pediatra que me habla con un cartel de leche artificial detrás, me presento: soy Mari y sólo soy una madre que le da lo mejor de ella a su hija.


jueves, 2 de febrero de 2017

¿La maternidad hace que pierdas calidad de vida?

Recientemente, la periodista Samanta Villar (conocida sobre todo por el programa 21 días) ha dado unas declaraciones que como poco llaman la atención por su "claridad".
Para no liarme, he recogido varias de sus declaraciones (un copia y pega, vaya...) y así puedo opinar sobre cada una de ellas sin irme por las ramas...
Antes de todo, quiero decir que en general esta señora con sus declaraciones me ofende profundamente. Me ofende porque dudo enormemente que sepa 100% de lo que habla, dudo que sea ella la que se ocupe 24 horas de sus hijos y porque, ¿qué pensarán esos niños cuando lean lo que dijo su madre de ellos?
Ahí van las "perlas" que más me han sorprendido:

1- "Hay un relato único de la maternidad como un estado idílico, que no coincide con la realidad y estigmatiza a las mujeres"  Creo entender a que se refiere Samanta con esta frase, pero lo que veo es que no tiene muchas madres "reales" alrededor... Si las tuviera, ya le habrían contado antes de tener a los bebes las noches sin dormir, el cansancio, etc. Simplemente es lo que pasa cuando vives en un mundo multicolor, que de repente, cuando te ves con ojeras y un moñete a lo "choni" te das un batacazo. No le quito razón en que las espectativas pueden distar mucho de la realidad, pero si de verdad creyó el cuento de que la maternidad era como en las películas o como en los anuncios de leche de fórmula, entiendo que el golpe ha sido enorme.

2- "Tener hijos es perder calidad de vida" "yo no soy más feliz ahora que antes" "hay momentos que dices:son preciosos. Una cosa no quita la otra"
¿Por dónde empiezo? Si yo fuera uno de sus hijos, al enterarme de lo que opina mi madre, pediría el divorcio (¿eso se podrá?)
Que pobre es esta chica para pensar que sus hijos le han quitado calidad de vida... Claro, si pensamos en salidas nocturnas, sexo sin límites con tu pareja, falta de tiempo para hacerte tratamientos faciales, viajes, etc. Pues perdona, pero sólo decirte que si basas la calidad de tu vida en estas cosas, me das mucha pena... Creo que no descubro el fuego si digo que un bebe (a no ser que sea mudito y no de malos ratos) te "quita" tiempo para todo lo superfluo y desenfadado de la vida. Te cambia directamente tu existencia. Pasas de poder dedicarte a ti misma un dia (o los que quieras) a tener que cambiar tus prioridades y a partir de ese momento en el que sois uno más, siempre será él/ella el primer@.
Si no estás dispuesta a eso, ¿para qué eres madre?

3- "La dureza, las dificultades extremas, los inconvenientes insoportables y el sacrificio estratosférico" "nadie te cuenta lo que es en realidad la maternidad y tomas una decisión engañada" 
¿En serio nadie le dijo que esto no era fácil? ¿o si alguien le avisó, no le creyó? Sea como sea, usar la palabra "sacrificio" hablando de lo que has dejado de hacer por tus hijos me parece cruel y con un futuro muy lleno de rencores. Creo que para ser padre, hay que ser generoso, y si algo te cuesta dejarlo por tus hijos, mejor no lo dejes, te agradecerán toda la vida que no les eches en cara "ese sacrificio estratosférico" que tuviste que hacer por ellos.

4- "Lo mejor es ser tía"porque "es lo más cercano a la madre" (pero no lo eres) pero se ahorra "el dolor físico del agotamiento y el hundimiento moral de decir: no puedo más!"
Toma ya doña generosidad... Si tan fantástico es ser tía (que lo es, tengo 3 sobrinos y son increibles) haber seguido siendo solo tía. Ahora, te hubieras perdido esas miles de sonrisas al despertarse, esos lloros pidiendo tu contacto, esos baños, esos todo lo que te da un hijo... Por otra parte, permíteme que dude de cuanta carga llevas a tus espaldas...me pregunto cuantos baños fregarás en los ratitos que te dejan, cuántas comidas prepararás con una mano en los fogones y la otra entreteniéndolos...

5- He dejado la mejor para el final... "Ahora es demasiado tarde, ahora soy madre y hay que apechugar" 
Apechuga, apechuga... Claro que es tarde... Ojalá alguien te hubiera parado los pies... Si te parece normal que esto tengan que verlo tus hijos..  En fin...

Y, ¿sabéis qué creo que es lo peor? Que todo esto lo ha escrito para el libro, no porque lo piense, sino porque el morbo vende, y si escribe que está feliz aunque duerma poco, que a veces cree que no llega, pero que de todas todas no cambia a sus hijos por nada, y que no se arrepiente, eso no vende... Pero si que espotrica de la maternidad haciendo un ejercicio de populismo barato para que muchas madres digan "ay...te entiendo..." con las ojeras por los suelos... Y para que otras se lo compren por el morbo de contradecirle y enfadarse con ella.
En definitiva, pienso que lo triste del asunto es que al fin y al cabo ha hablado fatal de lo que supone tener a sus hijos en su vida por dinero. Siempre el mísero dinero.

Porque querida Samanta, un hijo te "quitará" mucho, pero lo que te da, no lo paga ni todo el dinero que ganarás con tu libro.


PD: Las declaraciones que he utilizado, las he sacado del mismo artículo que he "linkeado"