viernes, 28 de septiembre de 2018

Los cuentos de casa: Súper Lola


Como llegó a casa...

  Este verano, los yayos querían comprarle un cuento nuevo (los veranos los pasamos en el campo con mis padres, y por las noches solemos leer cuentos antes de dormir). 

  Así es que fuimos a una librería y mirando mirando, nos encontramos con Súper Lola. En cuanto leimos la sinopsis, se fue directamente a la cesta.

El cuento bajo el ojo objetivo

  Súper Lola nació gracias a las palabras de Gema Otero Gutiérrez, y a las ilustraciones de Juan A. Muñoz.


  Es un cuento de unas 20 páginas a color en acacabado mate. Al final del cuento, ofrecen a lxs peques unas actividades para escribir y pintar.

Nos sumerge en la historia de...

 .Lola es una niña que sueña con un mundo en el que todas las niñas y los niños puedan ser lo que quieran ser: ganaderas, astronautas, militares, bomberas...

  Ella quiere ser super heroína y así poder ayudar a quien lo necesite. Para ello, se hace valer de su súper capa, su valentía, inteligencia y fuerza.


  Siempre está leyendo historias de mujeres que han hecho cosas importantes, en las que encuentra la inspiración para sus aventuras.

Después del cuento...


  Súper Lola es, sin duda, un libro que hacía mucha falta. En una sociedad en la que se inculca a las niñas a ser princesas delicadas, llega Lola y nos recuerda a todas que podemos ser lo que queramos ser. Nos muestra otros modelos educativos, libres de sexismo y la diversidad de niñas que existe.

  Como ella misma dice: "No penséis que todas las niñas son iguales...Noooo! Hay niñas altas, bajitas, gorditas, valientes, artistas, ligeras, nobles, imaginativas, sinceras, pensadoras..."



Opinión



  Ahora que sabéis de que trata el cuento y el enfoque con el que está escrito, creo que resultará evidente mi opinión. Cuento fundamental tanto si tenéis niñas como niños, incluso si no los tenéis. Cambiar los modelos educativos y las maneras de pensar sexistas es algo que nos atañe a todas las personas.

  Por su parte, a Eyre le encanta también, ¡se lo sabe casi de memoria!
Cada vez que lo leemos, cambia de vocación. Unas veces quiere ser mecánica, otras astronauta y otras, en cambio, militar. Pero siempre siempre, quiere ser Súper Eyre, con su capa (que ya os enseñaré) y sus super poderes.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Nuestras vacaciones en Roquetas de Mar (Almería)

  En julio estuvimos en Roquetas de Mar de vacaciones (maravilloso para las familias, en serio) 

¿Por qué elegimos este lugar para nuestras vacaciones?

  Aunque los dos somos valencianos, lo bien cierto es que ni SP ni yo somos ni de paella ni de playa. Y diréis, "pues Roquetas de Mar, como su nombre indica, no es un pueblo de montaña"

  Pues sí, tenéis razón. Pero es que a Eyre le encanta la playa.

  Ya conocíamos la costa almeriense de un viaje que hicimos de solteros al Cabo de Gata. Así es que sabíamos que las playas de Almería no tienen esa arena pegajosa que tan poco soportamos (sabemos que aquí en la Comunitat Valenciana hay lugares con playas de arena "gruesa", pero no nos daba el presupuesto). Así es que decidimos buscar un apartamento por dicha costa.


  Nuestros requisitos eran:
-Que se ajustara a nuestro presupuesto.
-Que el apartamento tuviera piscina.
-Playa cerca para ir andando.

 Y así dimos con Roquetas de Mar.



  Menos mal que la playa la teníamos a 10 minutos, porque tras 5h de coche, Eyre dijo que de ahí no se movía hasta que no regresaramos.

  Y la verdad es que genial, una playa limpia (las calles no tanto...), familiar, respetuosa...




REFLEXIONES FEMINISTAS DE VACACIONES


  Lo sé, no puedo quitarme las gafas violetas, y lo observo todo desde una perspectiva feminista y de género. Y en vacaciones no iba a ser menos...

  Allí, con el mar de fondo y rodeada de familias, me dio para reflexionar mucho, y para pensar en todo lo que llevamos andado como sociedad y lo que aún nos queda.

  Nos encontramos muchas (MUCHAS) familias criando a sus hijas e hijos "como se ha hecho toda la vida". Actitudes permitidas para unos que no lo son para ellas, las señoritas.

  Pero hubieron un par de hechos que, jo, me marcaron.

  Estábamos una noche en un parque. Eyre estaba columpiándose y llegó otra niña con unas muñecas de princesas Disney. Eyre se quedó mirando las muñecas y le pidió a la niña jugar. La niña, y la cito textualmente porque a pesar del tiempo pasado, no puedo olvidar lo que dijo, le soltó: "es un niño, no puede jugar con las princesas" 
(a esa niña ya la han adiestrado bien: ñinas=pelo largo, vestiditos y pendientes) y le contesté:
"mira, cariño, primero decirte que es una niña, se llama Eyre. Y segundo, que aunque fuera un chico, ¿por qué no pueden gustarle las muñecas?" La niña, me contestó que "no podía ser una niña porque no tenía pendientes, y que a los niños les gustan los coches y las peleas, no las muñecas"
  No supe qué decirle más. La pena y la rabia me podían.

  Esa misma noche, nos tomamos unos granizados en una heladería. Íbamos Súper Papi, Eyre y yo. Cuando nos atiende el camarero, sólo se dirige a Súper P. Y cuando viene a cobrarnos, sigue dirigiéndose a él sólo. Papi no llevaba suelto y dije yo "espera que yo si llevo". Me mira el camarero (OMG, se ve que no soy transparente, ¡menos mal!) y vuelve a mirarlo a él: "si no llevas metálico, puedes pagar con tarjeta" Súper P, que ya se está volviendo un rebelde como yo, le dice: "no, paga mi mujer" Y la cara de ese neandertal misógino se puso más roja que un granizado de fresa.

  Pero todo no fueron malas experiencias. 

  He disfrutado como nunca de mi cuerpo. Al contrario que les pasa a muchas mujeres, tener a mi compañero hombre al lado me hace más libre. No me gusta hablar de "me deja" o "me permite" o "no se enfada si..." porque no es así. Soy libre y tenerlo al lado sólo hace que reforzar esa libertad.


  Hago topless en la playa (conozco muchas mujeres que no lo hacen por ellos) y es lo más cómodo del mundo, sobretodo para dar teta, ya que le das a tu hijx la posibilidad del auto servicio.


  Y hablando de libertades y feminismo (esto ya pasó estando en casa), recientemente, al ver unos regalitos que nos sobraron para los peques de nuestra boda, me di un "zasca" a mí misma que casi me caigo para atrás... Los regalitos eran unos puzzles para pintar. A las niñas, les compramos los puzzles de Minnie, de las princesas, etc y les pusimos en el envoltorio lazos rosa. A los niños, por el contario, les elegimos puzzles de Bob Esponja, Spider Man, etc y los lazos, claro está, eran azules.

  Pues sí, yo hice eso hace 3 años, que no son nada, y para mí lo han sido todo. La vida te cambia, la mente evoluciona y la forma de ver las cosas por fortuna, también puede cambiar.

EN CONCLUSIÓN...

  Este ha sido un verano de auto descubrimientos, de evolución, de grandes cambios de Eyre y nuestros, de acompañarnos.

  Hemos reído, jugado con la arena, Eyre ha superado un cierto miedo que le tenía a las piscinas grandes, en definitiva: hemos disfrutado mucho los tres.

  Quizá ha sido el verano en el que más he podido madurar ideas y en el que hemos podido crecer junto a nuestra hija.



viernes, 14 de septiembre de 2018

Los 2 años, edad explosiva y emocional.


  El verano parece que está cogiendo ya su tren de vuelta hasta el año que viene...

   Ay, perdonadme...Después de tantos meses con el blog criando telarañas, quizá debería presentarme de nuevo.
Soy Súper Mami (aunque cada vez me queda menos de Súper), me acompañan en la vida Súper Papi y Súper Eyre (ella sí que es cada vez más Súper...) y en estos momentos estoy sobreviviendo a su aDOSlescencia, su erupción dental masiva y su batiburrillo emocional.



  Entre micro toma y micro toma, cuando las rabietas me lo permiten y el sueño no me hace caer rendida, he ido escribiendo este post-resumen del verano, de vivencias y reflexiones.

LOS TERRIBLES DOS (no me gusta nada esta expresión, ya os lo digo)


  Uno de los principales motivos por el que llevo desparecida este tiempo es porque, pese a saber que llegarían, me han pillado por sorpresa tremendamente sus 2 años y todo lo que ello comporta.



  Ahora mismo, Eyre es toda emociones extremas. Es cierto que nunca ha sido una niña tibia (y es algo que me encanta de ella) y siempre ha mostrado un gran carácter y siempre hace valer su opinión y deseos. Pero claro, seamos sincerxs, mientras puedes "manejarla" pues bueno, vas tirando. Pero ahora que tiene bastante dominio del lenguaje, conoce más cosas, y en definitiva, es más mayor, a veces se hace cuesta arriba cuando tenemos que llegar a acuerdos con ella.


  Por ejemplo, para que os hagáis una idea: ella quiere subirse siempre sola a la silla del coche. Si vamos con tiempo, se sube ella sola. Pero claro, hay veces que vas con prisas y no puede ser. Entonces se enfada (y con razón, ella puede subirse sola, y lxs peques no entienden de prisas adultas).
  Las personas adultas llevamos un ritmo que les arrastra, y no siempre pueden (o quieren) comprender (pensemos en lo mucho que ceden ellxs y lo poco que lo hacemos las madres y padres...)

  Otra característica de esta etapa, está siendo su mayor independencia física. Día tras día aprende a hacer cosas nuevas, cada vez mas arriesgadas. 
  Desde muy peque ha tenido muy desarrollada la psicomotricidad, y claro, ahora no iba a "frenarse". Es acróbata de vocación, está claro. Y nosotrxs no tenemos más que cuidarla sin entorpecer su evolución.

  Por otra parte, este verano ha sido (como todos sus veranos) un verano de dientes y los malestares que traen consigo. Ahora ha sido el turno de los 4 molares externos, 4 mastodontes saliéndole uno detras de otro de sus encías. Y esto, como era de esperar (todos sus brotes dentarios han sido igual) le ha hecho estar irritable, con cacas muy ácidas, no toleraba el cepillado de dientes en condiciones, muchas babas... Ahora, pasado el gran calor, ya tiene las 4 muelas fuera y puede descansar tranquila.

Por otra parte, y muy ligado tanto a sus emociones como a la erupción de las muelas, Eyre empezó a mordernos. A nosotros, a los yayos, a otrxs peques... Cada vez que muerde, le decimos que comprendemos que esté cansada/contenta/enfadada/le duele la boca, pero que morder hace daño. Poco a poco, y después de trabajar con ella de una manera siempre respetuosa, hemos conseguido que canalice sus emociones de otras maneras. No bajamos la guardia, pero parece que está más controlado el tema.



UNA DEMANDA DE TETA MAYOR QUE LA DE UN RECIÉN NACIDO


  Todas las que deis lactancia materna a vuestras hijas e hijos, sabréis que esta atraviesa varias crisis o etapas con unas características y una temporalidad muy marcada.



  Gracias a mi pequeña (pequeñísima) formación sobre lactancia y a los libros y artículos de los que me voy empapando, conocía de la existencia de la crisis de lactancia de los 2 años (parece ser que es la última. Si sobrevives a esta, ya el resto es "pan comido")

  Pues sí, esta crisis existe. Está plenamente relacionada con todos los cambios que está realizando. Digamos que está en una etapa a caballo entre ser un bebé-niña que depende de nosotros 100% y ser una niña más autónoma. Como lo percibo yo es como si del juego del pilla-pilla se tratara. Ella "sale a correr", explora, juega, crece, evoluciona... Pero necesita volver a "mare" (nunca mejor dicho) para estar a salvo. Tiene que ser ese vértigo que se siente cuando te aventuras a hacer cosas nuevas.

  No lo negaré, han habido días (y noches) de plantearme que podía ser momento de destetar. Pero gracias a unas conversaciones que tuve con unas mamis con peques "mayores" lactando (y que ya habían pasado los 2 años), conseguí las herramientas para sobrellevarla, y aprender a pactar y negociar con Eyre algunas tomas que empezaban a ser muy agobiantes para mí.

  Ahora, aunque continúa adorando su teta y mamando a demanda, va respetando más mi sentir cuando le digo que no puede ser por X razón. Su madurez cada vez mayor le permite comprender que a veces mami está cansada, o muy cargada como para que ella mame, etc.

HEMOS SOBREVIVIDO AL VERANO DE LOS 2 AÑOS-HAY QUE QUITARLE EL PAÑAL SÍ O SÍ


  Sinceramente, pensaba que esto ya lo teníamos superado las madres y los padres de hoy en día. 

  Pensaba, y os digo la verdad, que eso de quitarles el pañal el verano en el que ya tienen los 2 años, era, como poco, parte del pasado, de esa cultura rancia en la que se obliga a todas las niñas y niños a cumplir una serie de requisitos estandarizados como si fueran todos iguales.

  Pensaba (desde mi burbuja, ya veo) que ya todas las madres y padres sabian que el control de esfínteres era un hito madurativo del desarrollo de cada peque.

  Y pensaba, ilusa de mí, que el entorno nos respetaría por haber decidido (ironías del vocabulario y de la vida) respetar a nuestra hija y a sus procesos fisiológicos y madurativos.

  Pero no, ninguna de mis creencias ha sido cierta. Este verano, como todos los veranos, a las niñas y los niños de 2 años (sean de enero o de julio) se les quita el pañal y se les obliga a hacer pipi y caca en orinales y/o wc. Y, en más de una ocasión, se les riñe o ridiculiza cuando se les "escapa" (no, amigxs, no se les escapa, se lo hacen encima porque no controlan esfínteres)

  Al mismo tiempo, se atreven a hacer observaciones al ver que Eyre aún lleva pañal. No, "aún" no lleva pañal, es que es su apoyo para recoger sus deposiciones hasta que sea capaz, por ella misma, de controlarlas. Y no, no es un fracaso ni de ella ni de nosotros como padres. El fracaso está, bajo nuestro punto de vista, en forzar a las niñas y niños a cumplir unos estándares cuando no son iguales entre ellxs.

  Pues bien, Eyre, aunque a veces hace pipi y/o caca en el wc, necesita del pañal para la mayor parte del día (como muchos de esos peques. No digo todos, ojo)

  Y nos hemos topado con observaciones (a nosotros y a ella, que son las que más nos duelen), y también de personas que le han quitado el pañal en nuestra ausencia sin consultarnos.

  Y eso acarreó que Eyre estuviera más nerviosa que de normal.

  ¿Tan difícil es respetar a las y los niños? ¿En serio? Lo que consiga tu hija o hijo, es cosa suya, no te van a dar ningún premio porque ande antes, hable antes que el peque del vecino o le quites el pañal antes que a su amiguita (aunque tengas que cambiarle 50 veces de ropa al día)

  Pero bueno, lo dicho, hemos sobrevivido, y sobretodo, Eyre sigue a su ritmo y sin presiones.


EL SECRETO PARA SOBRELLEVAR ESTA ETAPA Y ACOMPAÑARLA DE LA MEJOR MANERA POSIBLE

  ¿El secreto? Respetarla, tener paciencia y comprensión con ella, dialogar (aunque son pequeñxs, entienden las cosas si se las decimos con palabras que entiendan), no gritarle (aunque a veces es imposible no hacerlo por situaciones personales, lo más adecuado es que no entiendan que con gritos se consiguen las cosas) y, por supuesto, en nuestra manera de entender la crianza, siguen sin entrar los cachetes, los empujones ni las ridiculizaciones.

  Tenemos claro que esta etapa "dificil" pasará, y la estamos sobrellevando con amor y mucho respeto.