viernes, 19 de octubre de 2018

Cómo hacer BLW y no morir en el intento

 Hace más o menos 2 años ya que empezamos con Eyre en esto del Baby Led Weaning. En aquel momento no sabíamos nada, sólo unas nociones de lo más básicas, las normas de seguridad, requisitos y poco más.

  Información "oficial", poca, por no decir ninguna, la verdad. Más bien nos encontramos mucha desinformación (desactualizada) y miedos fruto de dicha desinformación.

  Toda la información que recabamos antes de empezar provenía de libros (Mi niño no me come de Carlos González y Se me hace bola de Julio Basulto, sobretodo), artículos de internet, algunas nociones que nos explicó Marisa, la matrona del taller de lactancia, y muy poco más. Empezar así, con su pediatra y enfermera en contra, con un entorno muy "papillero", y con nuestros propios temores, es ciertamente complicadísimo.

  Es difícil expresar con palabras nuestro sentir al escuchar contínuamente que eramos, como poco, unos inconscientes. No, no es sencillo escuchar (con las miradas que acompañan a las palabras) que estábamos poniendo en peligro la salud de nuestra hija por no esperar a los 10 meses para la introducción de la carne de cerdo, o, por darle fresas antes del año.
Fuente:Pixabay

  Súper Papi de pequeño era delicadísimo para comer. Y no porque no le gustaran cosas, sino porque con él siempre utilizaron el método "come lo que yo te diga, cuando te lo diga y como te lo diga" y el "hay que comer de todo" (de todo lo que a mí me guste, claro).

  Por otra parte, yo soy multialergica alimentaria (combo lactancia artificial+introducción masiva de alimentos+introducción tardía de alimentos con alto potencial alérgeno).

  Con estas papeletas, era fácil decidir que no queríamos seguir con lo "tradicional" (que no natural, si no, preguntadle a los habitantes de las cavernas...)

  Y con estas premisas, nos embarcamos en la alimentación autorregulada y libre de triturados que supone el BLW.

CUANDO BUSCAS INFORMACIÓN, Y SAN GOOGLE TE BOMBARDEA CON ANUNCIOS DE APARATEJOS SUPUESTAMENTE IMPRESCINDIBLES PARA EL BLW


  De todxs es sabido que en cuanto buscas sobre un tema en internet, casualmente, todos los anuncios a partir de ese momento te ofrecen productos sobre ese asunto del que querías información. Y, claro, tú, madre y/o padre novato, buscas orientación acerca del Baby Led Weaning, y de repente, te aparecen cientos de artículos súper imprescindibles para que tu hija o hijo coma sólo y se autorregule.

  Pues bien, con algunos de esos "cacharros", caímos. Sin embargo, otros nos han resultado de grandísima ayuda, para que no resulte caótico o excesivamente sucio (hay que tener claro desde el principio que cuando dejas a un peque comer y experimentar solo, el zafarrancho está servido)

LOS "MUST HAVE" PARA PRACTICAR BLW


  Para no extenderme demasiado, y tampoco dejarme ningún tip en el tintero, ahí va, en formato lista, nuestros imprescindibles:

-Lo sé, ya os he hablado varias veces de ella, pero es que es MUY práctica. La trona Antilop de Ikea. Al principio, con bandeja y reductor (súper práctico, al ser hinchable se adapta al tamaño del peque y al ser plastificado y extraible, se lava muy fácilmente) y luego ya, sin nada. Es una aliada de 9 (las patas espatarradas es su único "pero"). Es desmontable y fácil de lavar (en la ducha, con el chorro y un poquito de lavavajillas se queda impecable)

Fuente: Pixabay


-Un hule en el suelo es de gran ayuda. Todo lo que le cae, puede ir diréctamente a la basura sin ensuciar el suelo. Además, si disponemos de dos hules, uno podemos lavarlo en la lavadora mientras usamos el otro.

-Baberos impermeables en invierno y sin ropa en verano. Vital para no pasarte el resto del día "frota que frota" con la ropa de tu peque. Así el "post-comida" se hace más rápido: quitas babi, lavas manitas y boca (y, seguramente nariz, orejas y algo de pelo) y ya está.

-Un plato de silicona anti deslizante es de ayuda, sobretodo para la época en la que descubren el fenómeno "plato volador". Estos platos se adhieren bastante bien a las bandejas de las tronas, y para cuando descubren cómo despegarlo, ya son más mayores y ya no les motiva tanto el ver volar comida. ¿Alguna marca? Nosotros compramos el Mini Matt, pero existen seguramente más fabricantes (fiables y seguros) donde elegir.

-Un vaso de plástico con dos asas. Al principio, sobretodo, que su motricidad es más basta, les ayuda mucho para cogerlo con las dos manitas. Después con vasos normales de plástico les vale (y en cuanto controlen más, cristal)

-Cubiertos pequeños tipo postre. Como sus manitas son tan pequeñas, van genial. Después, podemos ofrecerles cubiertos "junior" de mango de plástico que pesan menos y cuando veamos que tienen interés en cortar su comida, un cuchillo tipo "cubertería barata", de los que no cortan, a poder ser, de mango también de plástico. Eyre tiene el cuchillo KiddiKutter que corta la carne, el pan, tortilla, etc pero no puede cortarse a sí misma. Este cuchillo está muy bien, pero, sinceramente, hace la misma función que los cuchillos de "cubertería mala" pero costando bastante más.
Fuente: Pixabay



-Como sabéis, cada alimento nuevo debe ser introducido durante 3 días. Esto puede resultarnos complicado a la hora de elaborar los menús semanales. Pensad que, por ejemplo, durante 3 días seguidos, la comida de casa tiene que llevar calabacín. Por no hablar de la limitación de combinaciones al principio. Por ello, por una parte resulta súper útil hacerse un calendario de introducciones, en el que aparezcan como primeros alimentos a introducir, aquellos más comunes en casa (por ejemplo, pollo, pasta, lentejas, patata, cebolla,...) Así, podremos empezar a hacer combinaciones con más sentido nutricional desde casi el principio. Por otra parte, elaborar un planning semanal de comidas en combinación con el calendario de introducciones, en el que especifique lo que va a comer el peque y lo que comerá el resto (será "lo mismo", pero al principio con variaciones. Ejemplo: pasta con verduras. La niña o niño tiene introducida la pasta, la cebolla y la zanahoria, y en esos días estamos introduciéndole el calabacín. El peque comerá lo que ya tenga introducido, y nosotros, la pasta con esas verduras más las que nos gusten, queso, etc) El primer día comeremos pasta con verduras + calabacín, el segundo pechuga de pollo con verduras a la plancha + calabacín y el tercero, paella de verduras introducidas + calabacín. Creedme que, aunque a priori parezca un rollo, resulta muy práctico.

-Por último, un porta-comida o un tupper bueno para llevar al principio su comida. Nosotros usábamos uno con varios compartimentos, así llevábamos la comida, fruta, un poco de pan...En poco tiempo, esto no os hará falta, ya que si salís a comer, en cualquier sitio pueden prepararle algo "normal" a vuestro peque.
Fuente: Pixabay


Realmente no es necesario mucho para que nuestras hijas e hijos aprendan a comer de una manera sana, respetuosa y agradable

  Pues no. Como habéis podido ver, no necesitamos muchos trastos, ni gastarnos mucho dinero para hacer BLW. Sólo son necesarias cuatro  cositas básicas, paciencia, amor, y muchas ganas de aprender y disfrutar. Convertir el momento de la comida en una reunión familiar, donde todos aportemos, y que sea un rato agradable, sin prisas, malos rollos ni avioncitos (tendríais que ver lo que le gusta ahora a Eyre que le de el yogur haciendo el avión...) Este es, para mí, uno de los objetivos del Baby Led Weaning. Además de empezar a formar futuras personas adultas con hábitos alimenticios saludables y sin animadversiones hacia la comida.


viernes, 28 de septiembre de 2018

Los cuentos de casa: Súper Lola


Como llegó a casa...

  Este verano, los yayos querían comprarle un cuento nuevo (los veranos los pasamos en el campo con mis padres, y por las noches solemos leer cuentos antes de dormir). 

  Así es que fuimos a una librería y mirando mirando, nos encontramos con Súper Lola. En cuanto leimos la sinopsis, se fue directamente a la cesta.

El cuento bajo el ojo objetivo

  Súper Lola nació gracias a las palabras de Gema Otero Gutiérrez, y a las ilustraciones de Juan A. Muñoz.


  Es un cuento de unas 20 páginas a color en acacabado mate. Al final del cuento, ofrecen a lxs peques unas actividades para escribir y pintar.

Nos sumerge en la historia de...

 .Lola es una niña que sueña con un mundo en el que todas las niñas y los niños puedan ser lo que quieran ser: ganaderas, astronautas, militares, bomberas...

  Ella quiere ser super heroína y así poder ayudar a quien lo necesite. Para ello, se hace valer de su súper capa, su valentía, inteligencia y fuerza.


  Siempre está leyendo historias de mujeres que han hecho cosas importantes, en las que encuentra la inspiración para sus aventuras.

Después del cuento...


  Súper Lola es, sin duda, un libro que hacía mucha falta. En una sociedad en la que se inculca a las niñas a ser princesas delicadas, llega Lola y nos recuerda a todas que podemos ser lo que queramos ser. Nos muestra otros modelos educativos, libres de sexismo y la diversidad de niñas que existe.

  Como ella misma dice: "No penséis que todas las niñas son iguales...Noooo! Hay niñas altas, bajitas, gorditas, valientes, artistas, ligeras, nobles, imaginativas, sinceras, pensadoras..."



Opinión



  Ahora que sabéis de que trata el cuento y el enfoque con el que está escrito, creo que resultará evidente mi opinión. Cuento fundamental tanto si tenéis niñas como niños, incluso si no los tenéis. Cambiar los modelos educativos y las maneras de pensar sexistas es algo que nos atañe a todas las personas.

  Por su parte, a Eyre le encanta también, ¡se lo sabe casi de memoria!
Cada vez que lo leemos, cambia de vocación. Unas veces quiere ser mecánica, otras astronauta y otras, en cambio, militar. Pero siempre siempre, quiere ser Súper Eyre, con su capa (que ya os enseñaré) y sus super poderes.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Nuestras vacaciones en Roquetas de Mar (Almería)

  En julio estuvimos en Roquetas de Mar de vacaciones (maravilloso para las familias, en serio) 

¿Por qué elegimos este lugar para nuestras vacaciones?

  Aunque los dos somos valencianos, lo bien cierto es que ni SP ni yo somos ni de paella ni de playa. Y diréis, "pues Roquetas de Mar, como su nombre indica, no es un pueblo de montaña"

  Pues sí, tenéis razón. Pero es que a Eyre le encanta la playa.

  Ya conocíamos la costa almeriense de un viaje que hicimos de solteros al Cabo de Gata. Así es que sabíamos que las playas de Almería no tienen esa arena pegajosa que tan poco soportamos (sabemos que aquí en la Comunitat Valenciana hay lugares con playas de arena "gruesa", pero no nos daba el presupuesto). Así es que decidimos buscar un apartamento por dicha costa.


  Nuestros requisitos eran:
-Que se ajustara a nuestro presupuesto.
-Que el apartamento tuviera piscina.
-Playa cerca para ir andando.

 Y así dimos con Roquetas de Mar.



  Menos mal que la playa la teníamos a 10 minutos, porque tras 5h de coche, Eyre dijo que de ahí no se movía hasta que no regresaramos.

  Y la verdad es que genial, una playa limpia (las calles no tanto...), familiar, respetuosa...




REFLEXIONES FEMINISTAS DE VACACIONES


  Lo sé, no puedo quitarme las gafas violetas, y lo observo todo desde una perspectiva feminista y de género. Y en vacaciones no iba a ser menos...

  Allí, con el mar de fondo y rodeada de familias, me dio para reflexionar mucho, y para pensar en todo lo que llevamos andado como sociedad y lo que aún nos queda.

  Nos encontramos muchas (MUCHAS) familias criando a sus hijas e hijos "como se ha hecho toda la vida". Actitudes permitidas para unos que no lo son para ellas, las señoritas.

  Pero hubieron un par de hechos que, jo, me marcaron.

  Estábamos una noche en un parque. Eyre estaba columpiándose y llegó otra niña con unas muñecas de princesas Disney. Eyre se quedó mirando las muñecas y le pidió a la niña jugar. La niña, y la cito textualmente porque a pesar del tiempo pasado, no puedo olvidar lo que dijo, le soltó: "es un niño, no puede jugar con las princesas" 
(a esa niña ya la han adiestrado bien: ñinas=pelo largo, vestiditos y pendientes) y le contesté:
"mira, cariño, primero decirte que es una niña, se llama Eyre. Y segundo, que aunque fuera un chico, ¿por qué no pueden gustarle las muñecas?" La niña, me contestó que "no podía ser una niña porque no tenía pendientes, y que a los niños les gustan los coches y las peleas, no las muñecas"
  No supe qué decirle más. La pena y la rabia me podían.

  Esa misma noche, nos tomamos unos granizados en una heladería. Íbamos Súper Papi, Eyre y yo. Cuando nos atiende el camarero, sólo se dirige a Súper P. Y cuando viene a cobrarnos, sigue dirigiéndose a él sólo. Papi no llevaba suelto y dije yo "espera que yo si llevo". Me mira el camarero (OMG, se ve que no soy transparente, ¡menos mal!) y vuelve a mirarlo a él: "si no llevas metálico, puedes pagar con tarjeta" Súper P, que ya se está volviendo un rebelde como yo, le dice: "no, paga mi mujer" Y la cara de ese neandertal misógino se puso más roja que un granizado de fresa.

  Pero todo no fueron malas experiencias. 

  He disfrutado como nunca de mi cuerpo. Al contrario que les pasa a muchas mujeres, tener a mi compañero hombre al lado me hace más libre. No me gusta hablar de "me deja" o "me permite" o "no se enfada si..." porque no es así. Soy libre y tenerlo al lado sólo hace que reforzar esa libertad.


  Hago topless en la playa (conozco muchas mujeres que no lo hacen por ellos) y es lo más cómodo del mundo, sobretodo para dar teta, ya que le das a tu hijx la posibilidad del auto servicio.


  Y hablando de libertades y feminismo (esto ya pasó estando en casa), recientemente, al ver unos regalitos que nos sobraron para los peques de nuestra boda, me di un "zasca" a mí misma que casi me caigo para atrás... Los regalitos eran unos puzzles para pintar. A las niñas, les compramos los puzzles de Minnie, de las princesas, etc y les pusimos en el envoltorio lazos rosa. A los niños, por el contario, les elegimos puzzles de Bob Esponja, Spider Man, etc y los lazos, claro está, eran azules.

  Pues sí, yo hice eso hace 3 años, que no son nada, y para mí lo han sido todo. La vida te cambia, la mente evoluciona y la forma de ver las cosas por fortuna, también puede cambiar.

EN CONCLUSIÓN...

  Este ha sido un verano de auto descubrimientos, de evolución, de grandes cambios de Eyre y nuestros, de acompañarnos.

  Hemos reído, jugado con la arena, Eyre ha superado un cierto miedo que le tenía a las piscinas grandes, en definitiva: hemos disfrutado mucho los tres.

  Quizá ha sido el verano en el que más he podido madurar ideas y en el que hemos podido crecer junto a nuestra hija.



viernes, 14 de septiembre de 2018

Los 2 años, edad explosiva y emocional.


  El verano parece que está cogiendo ya su tren de vuelta hasta el año que viene...

   Ay, perdonadme...Después de tantos meses con el blog criando telarañas, quizá debería presentarme de nuevo.
Soy Súper Mami (aunque cada vez me queda menos de Súper), me acompañan en la vida Súper Papi y Súper Eyre (ella sí que es cada vez más Súper...) y en estos momentos estoy sobreviviendo a su aDOSlescencia, su erupción dental masiva y su batiburrillo emocional.



  Entre micro toma y micro toma, cuando las rabietas me lo permiten y el sueño no me hace caer rendida, he ido escribiendo este post-resumen del verano, de vivencias y reflexiones.

LOS TERRIBLES DOS (no me gusta nada esta expresión, ya os lo digo)


  Uno de los principales motivos por el que llevo desparecida este tiempo es porque, pese a saber que llegarían, me han pillado por sorpresa tremendamente sus 2 años y todo lo que ello comporta.



  Ahora mismo, Eyre es toda emociones extremas. Es cierto que nunca ha sido una niña tibia (y es algo que me encanta de ella) y siempre ha mostrado un gran carácter y siempre hace valer su opinión y deseos. Pero claro, seamos sincerxs, mientras puedes "manejarla" pues bueno, vas tirando. Pero ahora que tiene bastante dominio del lenguaje, conoce más cosas, y en definitiva, es más mayor, a veces se hace cuesta arriba cuando tenemos que llegar a acuerdos con ella.


  Por ejemplo, para que os hagáis una idea: ella quiere subirse siempre sola a la silla del coche. Si vamos con tiempo, se sube ella sola. Pero claro, hay veces que vas con prisas y no puede ser. Entonces se enfada (y con razón, ella puede subirse sola, y lxs peques no entienden de prisas adultas).
  Las personas adultas llevamos un ritmo que les arrastra, y no siempre pueden (o quieren) comprender (pensemos en lo mucho que ceden ellxs y lo poco que lo hacemos las madres y padres...)

  Otra característica de esta etapa, está siendo su mayor independencia física. Día tras día aprende a hacer cosas nuevas, cada vez mas arriesgadas. 
  Desde muy peque ha tenido muy desarrollada la psicomotricidad, y claro, ahora no iba a "frenarse". Es acróbata de vocación, está claro. Y nosotrxs no tenemos más que cuidarla sin entorpecer su evolución.

  Por otra parte, este verano ha sido (como todos sus veranos) un verano de dientes y los malestares que traen consigo. Ahora ha sido el turno de los 4 molares externos, 4 mastodontes saliéndole uno detras de otro de sus encías. Y esto, como era de esperar (todos sus brotes dentarios han sido igual) le ha hecho estar irritable, con cacas muy ácidas, no toleraba el cepillado de dientes en condiciones, muchas babas... Ahora, pasado el gran calor, ya tiene las 4 muelas fuera y puede descansar tranquila.

Por otra parte, y muy ligado tanto a sus emociones como a la erupción de las muelas, Eyre empezó a mordernos. A nosotros, a los yayos, a otrxs peques... Cada vez que muerde, le decimos que comprendemos que esté cansada/contenta/enfadada/le duele la boca, pero que morder hace daño. Poco a poco, y después de trabajar con ella de una manera siempre respetuosa, hemos conseguido que canalice sus emociones de otras maneras. No bajamos la guardia, pero parece que está más controlado el tema.



UNA DEMANDA DE TETA MAYOR QUE LA DE UN RECIÉN NACIDO


  Todas las que deis lactancia materna a vuestras hijas e hijos, sabréis que esta atraviesa varias crisis o etapas con unas características y una temporalidad muy marcada.



  Gracias a mi pequeña (pequeñísima) formación sobre lactancia y a los libros y artículos de los que me voy empapando, conocía de la existencia de la crisis de lactancia de los 2 años (parece ser que es la última. Si sobrevives a esta, ya el resto es "pan comido")

  Pues sí, esta crisis existe. Está plenamente relacionada con todos los cambios que está realizando. Digamos que está en una etapa a caballo entre ser un bebé-niña que depende de nosotros 100% y ser una niña más autónoma. Como lo percibo yo es como si del juego del pilla-pilla se tratara. Ella "sale a correr", explora, juega, crece, evoluciona... Pero necesita volver a "mare" (nunca mejor dicho) para estar a salvo. Tiene que ser ese vértigo que se siente cuando te aventuras a hacer cosas nuevas.

  No lo negaré, han habido días (y noches) de plantearme que podía ser momento de destetar. Pero gracias a unas conversaciones que tuve con unas mamis con peques "mayores" lactando (y que ya habían pasado los 2 años), conseguí las herramientas para sobrellevarla, y aprender a pactar y negociar con Eyre algunas tomas que empezaban a ser muy agobiantes para mí.

  Ahora, aunque continúa adorando su teta y mamando a demanda, va respetando más mi sentir cuando le digo que no puede ser por X razón. Su madurez cada vez mayor le permite comprender que a veces mami está cansada, o muy cargada como para que ella mame, etc.

HEMOS SOBREVIVIDO AL VERANO DE LOS 2 AÑOS-HAY QUE QUITARLE EL PAÑAL SÍ O SÍ


  Sinceramente, pensaba que esto ya lo teníamos superado las madres y los padres de hoy en día. 

  Pensaba, y os digo la verdad, que eso de quitarles el pañal el verano en el que ya tienen los 2 años, era, como poco, parte del pasado, de esa cultura rancia en la que se obliga a todas las niñas y niños a cumplir una serie de requisitos estandarizados como si fueran todos iguales.

  Pensaba (desde mi burbuja, ya veo) que ya todas las madres y padres sabian que el control de esfínteres era un hito madurativo del desarrollo de cada peque.

  Y pensaba, ilusa de mí, que el entorno nos respetaría por haber decidido (ironías del vocabulario y de la vida) respetar a nuestra hija y a sus procesos fisiológicos y madurativos.

  Pero no, ninguna de mis creencias ha sido cierta. Este verano, como todos los veranos, a las niñas y los niños de 2 años (sean de enero o de julio) se les quita el pañal y se les obliga a hacer pipi y caca en orinales y/o wc. Y, en más de una ocasión, se les riñe o ridiculiza cuando se les "escapa" (no, amigxs, no se les escapa, se lo hacen encima porque no controlan esfínteres)

  Al mismo tiempo, se atreven a hacer observaciones al ver que Eyre aún lleva pañal. No, "aún" no lleva pañal, es que es su apoyo para recoger sus deposiciones hasta que sea capaz, por ella misma, de controlarlas. Y no, no es un fracaso ni de ella ni de nosotros como padres. El fracaso está, bajo nuestro punto de vista, en forzar a las niñas y niños a cumplir unos estándares cuando no son iguales entre ellxs.

  Pues bien, Eyre, aunque a veces hace pipi y/o caca en el wc, necesita del pañal para la mayor parte del día (como muchos de esos peques. No digo todos, ojo)

  Y nos hemos topado con observaciones (a nosotros y a ella, que son las que más nos duelen), y también de personas que le han quitado el pañal en nuestra ausencia sin consultarnos.

  Y eso acarreó que Eyre estuviera más nerviosa que de normal.

  ¿Tan difícil es respetar a las y los niños? ¿En serio? Lo que consiga tu hija o hijo, es cosa suya, no te van a dar ningún premio porque ande antes, hable antes que el peque del vecino o le quites el pañal antes que a su amiguita (aunque tengas que cambiarle 50 veces de ropa al día)

  Pero bueno, lo dicho, hemos sobrevivido, y sobretodo, Eyre sigue a su ritmo y sin presiones.


EL SECRETO PARA SOBRELLEVAR ESTA ETAPA Y ACOMPAÑARLA DE LA MEJOR MANERA POSIBLE

  ¿El secreto? Respetarla, tener paciencia y comprensión con ella, dialogar (aunque son pequeñxs, entienden las cosas si se las decimos con palabras que entiendan), no gritarle (aunque a veces es imposible no hacerlo por situaciones personales, lo más adecuado es que no entiendan que con gritos se consiguen las cosas) y, por supuesto, en nuestra manera de entender la crianza, siguen sin entrar los cachetes, los empujones ni las ridiculizaciones.

  Tenemos claro que esta etapa "dificil" pasará, y la estamos sobrellevando con amor y mucho respeto.

jueves, 21 de junio de 2018

Mi Tribu

"Grupo social primitivo de un mismo origen, real o supuesto, cuyos miembros suelen tener en común usos y costumbres."
  
  Esta es la definición que nos proporciona la RAE de la palabra tribu.

  Y yo hoy vengo a contaros que he encontrado el verdadero significado de la palabra tribu.

  Así, de casualidad, un día te atreves a sacarte la teta en el parque y a decir (no sin miedo) que no le has dado papillas a tu hija. Y aparecen dos súper mamis que no sólo no te juzgan (como ya andamos acostumbradxs las mamis y papis que estamos fuera de la generalidad) sino que comparten y apoyan tu manera de crianza.

  Han llegado en un momento fundamental, en el que la crisis de los dos años ya estaba haciéndome dudar del camino que decidimos tomar. El hecho de comentar que he dormido mal porque Eyre ha estado demandándome teta toda la noche, y encontrar sólo apoyo, ni un "chica, no seas tonta, déjala en su habitación, y si llora, pues ya se acostumbrará" No sé si entenderéis lo que supone no sentirse juzgada, pero cuando eres madre, todxs te miran con lupa.


  Poder hablar de lo que nos preocupa de la crianza, sin vergüenzas, sin reparos. Compartirnos "trucos", juegos para entretener a las "raspillas", recetas, experiencias... Avisarnos de talleres y charlas que nos interesan para ir juntas. Preguntarnos todos los días cómo estamos, porque sabemos, que en esto de la maternidad, las madres somos las primeras olvidadas.

  Los peques comparten (o no) sus juegos y juguetes. Sin agobios, sin juicios. Se quieren, se abrazan, pero también tienen días de no quererse ni abrazarse. Y no pasa nada.

  Somos las que nos vamos de los bares si se niegan a cocinarles a los peques algo sano, las que curamos (o intentamos curar) todos los males con tetanalgesia, las que "no trabajan" pero no paran en todo el día.

  Las que nos llevamos las existencias de plátanos de la verdulería. Las que vamos con la aplicación del móvil Ingred viendo los ingredientes de cada cosmético que compramos (para lxs peques o para nosotras)

Fuente:Pixabay

  Como os comentaba, conocerlas ha sido un gran descubrimiento. Sólo lamento no haberlas encontrado antes. La maternidad está llena de luces, pero también tiene muchas sombras. La sombra de la soledad, del insomnio, de la inseguridad... y tener al lado a mujeres que están pasando, han pasado o pasarán por las mismas situaciones, es de gran ayuda para no volverte loca en la soledad de quien elige un camino diferente. Sí, sin duda, haberlas encontrado antes hubiera sido de gran ayuda. Pero nunca es tarde.

  Gracias chicas.

Nos vemos en el parque del niño azul para intentar arreglar nuestro mundo.


jueves, 31 de mayo de 2018

Menú semanal de cara al verano

  ¡Hola!¡Cuánto tiempo! Sé que he estado desaparecida, out. La crisis de los 2 años ha venido con fuerza. La demanda tetil y las noches toledanas están haciendo mella...

  ¡Pero aquí estoy! Como sé que os gustan mis menús semanales, y me gustaría que volvieráis a quererme un poquito, hoy os traigo un menú en la línea de los anteriores: platos fáciles, saludables y que se pueden cocinar y guardar. Ademas, algunos de ellos están indicados para implicar a toda la familia, y hacer del momento de cocinar, un ratito para pasar juntos.

  Quienes me sigáis desde hace tiempo, sabéis que los menús son muy orientativos, no son cerrados, y si en vez de arroz al horno, os apetece más arroz con verduras, ¡pues perfecto!


  Como veis, "repito" platos de otros menús. Esto es porque, aunque me gusta cocinar, no soy profesional de la cocina ni nutricionista, y las ideas me vienen con cuentagotas.

  Los nuevos "fichajes" son:

PIMIENTOS RELLENOS

INGREDIENTES (para 4 personas)

-4 pimientos rojos medianos
-Arroz integral (4 partes)
-Cebolla
-Zanahoria
-Un poco de carne picada (opcional)
-AOVE

Para la bechamel..
-Leche (puede ser vegetal)
-Harina
-AOVE
-Sal y pimienta

  Asamos los pimientos hasta que estén blanditos pero no cocinados del todo (necesitamos un poco de consistencia)

  Mientras, reogamos la cebolla y la zanahoria, añadimos la carne picada, añadimos el arroz y el agua (el arroz integral necesita 3 partes y media de agua por cada una de arroz) y dejamos cocinar durante unos 40 minutos.

  Cocinamos la salsa bechamel.

  Abrimos la parte superior de los pimientos y vaciamos con cuidado las pepitas (la carne del pimiento que quitamos, la añadimos al arroz)

  Mezclamos el arroz con la bechamel y rellenamos cada pimiento con esta mezcla.

  Ponemos en el horno a gratinar.

  Este plato podemos dejarlo hecho del día anterior a falta de hacer la bechamel. Cuando queramos comernoslo, sólo tenemos que hacer la salsa, mezclar con el arroz, rellenar y a gratinar.

CUSCUS CON VERDURAS

INGREDIENTES (4 personas)

-Verduras al gusto (nosotros solemos usar champiñones, cebolla, zanahoria y calabacín)
-1 vaso de cuscus
-1 vaso de agua o caldo (las medidas de cuscus-agua dependerán del fabricante, así es que esta medida es orientativa)
-Curcuma

  Picamos las verduras y las pasamos por la sartén con AOVE. Añadimos el cuscus para que coja sabor y espolvoreamos con curcuma.

  Mientras, calentamos el agua/caldo hasta que esté muy caliente sin que llegue a hervir.

  Apagamos el fuego, retiramos y añadimos el agua/caldo y tapamos.

  Mientras, cocinamos la pechuga o la carne/pescado que queramos.

CREPES INTEGRALES VEGANOS CON VERDURAS A LA PLANCHA

INGREDIENTES

-1 vaso y medio de harina integral
-1 vaso y medio de bebida de avena
-1 chorrito de AOVE
-1 cucharadita de polvos de hornear (levadura química)
-1 pizca de sal.

-Verduras al gusto

  Mezclamos todos los ingredientes con una batidora.

  En una sartén grande y anti-adherente ponemos unas gotitas de aceite. Esperamos a que se caliente mucho.

  Usamos un cazo como medida para cada crepe. Vertemos mezcla, repartimos por la sartén con una espátula de madera. Para saber si está para dar la vuelta a la tortita, levantamos un poquito y miramos si esta dorada. Cocinamos por las dos partes y retiramos. Así con cada una.

  Mientras, vamos haciendo a la plancha las verduras.

  Este es un plato ideal para cocinar entre todos: por ejemplo, yo hago las crepes y mientras, Súper Papi y Eyre, cocinan las verduras.



  Para comer el domingo, os propongo pollo al horno por su sencillez, pero, si os animáis con un plato un pelín más elaborado, la dorada al horno con una cama de verduras también es una muy buena opción, sabrosa, saludable y económica.



  Como siempre, espero que os sean de ayuda estas ideas y que podáis disfrutarlas cocinandolas y, por supuesto, ¡en la mesa!

jueves, 3 de mayo de 2018

Cómo me ha cambiado la maternidad. Reflexiones de 2 años.


  Hace unos días, Facebook me recordaba una foto de hacía dos años: Súper Papi, Duque y una futura mami que se creía que todo era Yupilandia. La inocencia en mis ojos, la niñez en mi cara. Esa ansiedad y emoción de quien está a las puertas de la cita a ciegas más importante de su vida.

(Siento la calidad de la imagen)

  Después de esa foto, todo se vuelve borroso. La alegría de tener a Eyre en mis brazos con la desazón de las almas rotas. El no entender, el verme sobrepasada.

  Ahora miro fotos de antes de ser madre y no me reconozco. ¿Esa era yo? ¿En serio? ¿O ahora es cuando de verdad soy y estoy yo? No es el cambio físico, que ha sido tremendo. 20 kg (casi 30kg si contamos el embarazo) me separan de esa Mari que no sabía la que se le venía encima.

  Dos años después del jueves 21 de abril de 2016, soy más fuerte, más paciente y reflexiva. Las y los que me conocen saben de mi impulsividad a la hora de hablar, mi explosividad en las discusiones.

  Sigo siendo de fácil "empanamiento", sólo que ahora, estoy tan cansada a veces, que, en realidad me duermo con los ojos abiertos.

  La relativización de las cosas es mi especialidad en la actualidad. Ya no me fastidia enormemente que se me rompa una uña, o no poder dormir (¿dor-qué?) hasta tarde. Ahora me preocupan más cosas como mi salud (y la de mi Súper Familia), cocinar platos saludables por Eyre y por nosotros, y vivir todos los momentitos con ellos a tope.

  Es curioso como cambian tus prioridades (aunque sigo sin poder salir a la calle sin maquillar o comprarme algún pintauñas de vez en cuando).

  Y si soy sincera, me cuido mucho más que antes. No veo que sea cierto eso de que las madres nos descuidamos. Y no estoy hablando de maquillarte o peinarte, que puede que no te guste. Hablo de dedicarte tiempo. Para pensar, para leer, para no olvidarte que eres madre pero no has dejado de ser mujer (es curioso ver como a los hombres, en general, no les cambia tanto la paternidad)

Y FUE CUANDO EL FEMINISMO ENTRÓ EN CASA...

  Ese día se produjo en mí (realmente en los dos) un cambio. Creíamos en la igualdad, el feminismo...pero de "boquilla". A partir de ese día, empezamos a poner en práctica (a veces con errores y otras con aciertos) esas ideas de un mundo más equitativo. Vamos pasito a pasito, trabajando día a día para que Eyre tenga un presente y un futuro en el lugar que le corresponde en la sociedad.


SÚPER PAPI Y SÚPER MAMI DESDE QUE SOMOS SÚPER PAPI Y SÚPER MAMI

  Ese día también nos cambió como pareja. Ese día se estableció un vínculo más entre nosotros. Ese día pasamos a ser compañeros de vida con un proyecto enorme hecho realidad. Ese día se nos pusieron muchos retos en nuestro cómodo camino que nos han hecho madurar como pareja.

  Siempre hemos sido de hablar todo, pero desde que somos padre y madre, vivimos más en común todo (sin dejar de ser él y yo dos personas distintas)

  Ahora disfrutamos más del sexo, un sexo más maduro, con más compenetración. La experiencia del embarazo, el parto y el horrible y larguísimo post-parto hicieron que Súper Papi y yo nos conocieramos más, y eso, en la intimidad, se nota. En dos años nos hemos conocido más que en todos los años que llevamos juntos.

UN CAMBIO DESDE LAS RAÍCES

  El cambio ha sido radical, desde mi raíz.

  Me deconstruí para nacer de nuevo. 

  Prácticamente ya no reconozco a la Mari de antes. Sigo siendo la misma, pero tan distinta que me cuesta encontrar las similitudes. Y, como he dicho antes, no es cuestión sólo del físico, eso, al fin y al cabo, viene y va, es el envase de quien somos.

  La madurez, lo que me enseña mi gran dama valiente, no lo cambio por nada.