jueves, 21 de junio de 2018

Mi Tribu

"Grupo social primitivo de un mismo origen, real o supuesto, cuyos miembros suelen tener en común usos y costumbres."
  
  Esta es la definición que nos proporciona la RAE de la palabra tribu.

  Y yo hoy vengo a contaros que he encontrado el verdadero significado de la palabra tribu.

  Así, de casualidad, un día te atreves a sacarte la teta en el parque y a decir (no sin miedo) que no le has dado papillas a tu hija. Y aparecen dos súper mamis que no sólo no te juzgan (como ya andamos acostumbradxs las mamis y papis que estamos fuera de la generalidad) sino que comparten y apoyan tu manera de crianza.

  Han llegado en un momento fundamental, en el que la crisis de los dos años ya estaba haciéndome dudar del camino que decidimos tomar. El hecho de comentar que he dormido mal porque Eyre ha estado demandándome teta toda la noche, y encontrar sólo apoyo, ni un "chica, no seas tonta, déjala en su habitación, y si llora, pues ya se acostumbrará" No sé si entenderéis lo que supone no sentirse juzgada, pero cuando eres madre, todxs te miran con lupa.


  Poder hablar de lo que nos preocupa de la crianza, sin vergüenzas, sin reparos. Compartirnos "trucos", juegos para entretener a las "raspillas", recetas, experiencias... Avisarnos de talleres y charlas que nos interesan para ir juntas. Preguntarnos todos los días cómo estamos, porque sabemos, que en esto de la maternidad, las madres somos las primeras olvidadas.

  Los peques comparten (o no) sus juegos y juguetes. Sin agobios, sin juicios. Se quieren, se abrazan, pero también tienen días de no quererse ni abrazarse. Y no pasa nada.

  Somos las que nos vamos de los bares si se niegan a cocinarles a los peques algo sano, las que curamos (o intentamos curar) todos los males con tetanalgesia, las que "no trabajan" pero no paran en todo el día.

  Las que nos llevamos las existencias de plátanos de la verdulería. Las que vamos con la aplicación del móvil Ingred viendo los ingredientes de cada cosmético que compramos (para lxs peques o para nosotras)

Fuente:Pixabay

  Como os comentaba, conocerlas ha sido un gran descubrimiento. Sólo lamento no haberlas encontrado antes. La maternidad está llena de luces, pero también tiene muchas sombras. La sombra de la soledad, del insomnio, de la inseguridad... y tener al lado a mujeres que están pasando, han pasado o pasarán por las mismas situaciones, es de gran ayuda para no volverte loca en la soledad de quien elige un camino diferente. Sí, sin duda, haberlas encontrado antes hubiera sido de gran ayuda. Pero nunca es tarde.

  Gracias chicas.

Nos vemos en el parque del niño azul para intentar arreglar nuestro mundo.


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