jueves, 1 de marzo de 2018

Marzo, mes de las mujeres

Hoy empezamos marzo. Marzo no es un mes cualquiera, aunque debería serlo. De la misma manera que no da igual que seamos mujeres u hombres, aunque también debería dar igual.

Crianza y feminismo. Feminismo y crianza.

  Me he pensado "muy mucho" si tratar durante todo este mes temas relacionados con la situación de las mujeres y sobre el feminismo, era algo relacionado con la maternidad, es decir, con el tema transversal de este blog.

  Y cada argumento a favor o en contra me llevaba a la misma conclusión: Las madres y los padres somos lxs que tenemos la llave de un futuro de nuestras hijas e hijos con equidad y respeto. Es decir, somos las madres y los padres de las personas adultas del futuro. ¿Cómo no va a ser importante que reflexionemos sobre qué camino llevamos y hacia dónde queremos que éste nos lleve?

  No se trata de si eres madre/padre de un hijo o de una hija. Se trata de ahondar en nuestro interior, para después analizar cómo esta el "patio", cómo viven las mujeres de nuestro alrededor (y no hablemos de 1000km más hacia allá...). No por tener un hijo varón estás exenta/o de responsabilidad. No por tener una hija tienes que luchar por ella. Esto es asunto de todas y todos, mujeres y hombres.

  Educar en igualdad (equidad, mejor) implica romper con muchas cadenas. Implica deshacernos de muchos roles aprendidos. Implica asumir que el nacer con vagina o con pene no debe condicionar la educación que demos a nuestras hijas e hijos.

  A Súper Papi y a mí a veces nos cuesta discernir entre los condicionamientos de género y lo que es así y punto, da igual niña que niño. Es muy, muy complicado "deconstruirnos" por completo y educar y criar en base a instintos naturales y evidencias científicas.

  Llevamos las madres y los padres una carga tremenda. La ropa rosa/azul, pendientes a las niñas, juguetes "de niña" o "de niño", actitudes aceptables para uno y otro género, etc son ejemplos de ese lastre patriarcal que llevamos a cuestas.

  El caso es que hay familias que no se plantean nada de esto (bien por desconocimiento o bien por consentimiento) y continúan educando a sus hijas e hijos de manera distinta según su género. Para mí, aquí no debería caber el "cada madre y padre educa como considera", ya que con una crianza y educación igualitaria ganamos toda la sociedad. Mientras que continuando con la tradicional educación machista, perdemos todos, las primeras nosotras y nuestras hijas.

Tradiciones que pesan como cadenas...

  Plantearse romper con la "tradición" es complicado, lo sé. Pero tarde o temprano alguna generación tiene que empezar a cambiar el "chip". Y cuanto más tiempo perdamos (o más generaciónes nos esperemos a dar el salto) más complicado será acabar con toda esta discriminación social, económica, física y laboral que sufrimos las mujeres.

Por nosotras. Por ellas.


  Por nuestras abuelas, madres, tías que han tenido que vivir a la sombra de los maridos. Por nuestras hijas e hijos que merecen un futuro de respeto e igualdad.


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