jueves, 30 de marzo de 2017

Reflexiones sobre una reciente maternidad

  Esta semana pensaba escribir sobre un tema muy diferente al que voy a tratar...
  Desde luego este será mi post más íntimo hasta el momento.

  Este fin de semana ha nacido el bebé de unos conocidos, y no he podido evitar que vuelvan los recuerdos, los fantasmas de aquellos momentos en los que te "estrenas" como madre en una sociedad que te "obliga" a mostrarte súper feliz, aunque sea mentira.
  Siento unas ganas terribles de ir y decirle a esa mami: "aquí estoy para lo que necesites" Pero no...con la cantidad de opinólogos y metomentodo que se habrá encontrado ya, seguramente tomaría mi ayuda como una intromisión más.

Y me siento impotente, sí, porque ojalá cuando yo estaba recién parida alguien hubiera mostrado ganas de empatizar conmigo. Y no digo que a mí me faltara apoyo...pero te encuentras con un bebé al que acabas de conocer (y que llora sin parar), aún fastidiada por el parto, con un marido siempre al lado que te apoya en todo pero nunca podrá entender por lo que estás pasando y una madre que fue madre hace 30 años. Agradezco enormemente toda la ayuda que tuve (y tengo) pero hubiera agradecido que una madre reciente que aún no ha olvidado esa soledad de ser madre primeriza, me hubiera dado la mano y me hubiera dicho "tranquila, llora, yo te entiendo"
  Esa soledad terrible... Una angustia tremenda que no para aunque duermas...
Sé que esto no lo habréis vivido todas, ya que cada persona afronta las cosas de manera distinta (y las hormonas le afectan también diferente) pero sé que muchas me entenderéis.

  No me malinterpreteis, pero desde que soy madre, no puedo sentir alegría cada vez que nace un bebé, sino que me compadezco de esa madre que tiene que afrontar posiblemente algo similar a lo que vivimos nosotros...
  Si ya un post-parto a nivel emocional puede ser durísimo, vivirlo en una sociedad que no te deja "quejarte", para la que el dolor de una mujer siempre son exageraciones (me duele en el alma cuando oigo a mujeres criticar a otras por lo "quejicas" que son) y sobretodo una sociedad que acepta como si nada que a la mujer se la trate de imbécil en todo el proceso del embarazo, parto y post-parto.
 Poca gente sabe lo que llevo pasado (si algún día encuentro las fuerzas necesarias, os lo contaré), así que estas preocupaciones que tengo ahora a muchos os sonarán a tonterías... Pero me angustia pensar que esta nueva mami esté sintiendo todo lo que sentí yo y no poder acercarme a ella a tenderle mi mano.
  Mamis, aunque lo que se espere de nosotras sea una felicidad tremenda y una fuerza sobrenatural, somos personas y podemos caernos y levantarnos mil veces.       Podemos sentirnos sobrepasadas y tener ganas de tirar la toalla. Y podemos llorar, y gritar, y hundirnos, que es NORMAL, no somos súper heroínas de película...

  Recién estrenada mami, si por un casual me lees,no estás sola... Si te abres y explicas lo que sientes, quizá alguién te entienda. Te vas a encontrar mucha incomprensión en este camino, pero tienes que saber que es normal flaquear y que te supere la situación. Si necesitas cualquier cosa, pídela, no vas a ser menos "Súper-Mami" por pedir ayuda.
  Mucha fuerza y que las lágrimas que puedas derramar no te impidan ver las estrellas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario