jueves, 18 de mayo de 2017

VIAJAR CON NIÑXS

  Esta semana pasada hemos estado de (merecidísimas) vacaciones, por eso no publiqué el jueves.

  Nos hacía mucha ilusión que Eyre conociera sus raíces cordobesas, así que decidimos emplear los días que Súper Papi tenía libres para irnos al Sur. 

  Aprovechando el viaje, hicimos una parada de fin de semana en Granada para ver a los Titos, que desde que nos enteramos de la futura llegada de Garbancito les debíamos un achuchón gigante.

  El lunes ya nos despedimos de los Titos para irnos rumbo a Córboba (nuestra amada Córdoba) a pasar unos días hasta el jueves.

  Y el jueves ya, con toda la pena del mundo pero con la satisfacción de haber disfrutado a tope, nos volvimos a casa.

  En total fueron unos 1120 km aproximadamente (repartidos en 450 km de Valencia a Granada, 200 km de Granada a Córdoba y 520 km de Córdoba a Valencia) y 7 días contando los de ida y vuelta.

  Si para un adulto se puede hacer pesado (para mí desde luego, mucho), para bebés/niñxs, se puede hacer eterno, tanto para ellxs como para los papis.

  Para organizarnos el viaje, fuimos observando el comportamiento de Eyre en el coche desde meses atrás. De esta manera, vimos que aunque nos resultara raro, iba más tranquila y entretenida si iba sola detrás ("cantando", jugando con sus zapatillas, con algún juguete...) que si iba yo con ella. También fuimos probando con distintos tipos de música y grupos para ver qué le gustaba más ir escuchando. La realidad es que sólo existe un grupo (por ahora) que le guste, y ese es La Oreja de Van Gogh. Y aunque es de mis grupos favoritos, 5h seguidas escuchándolo acaba cansando. Por eso, aprovechábamos que ella se dormía para cambiar de registro.

  Otro tip que seguimos para que no se le hiciera tan largo fue comprarle varios juguetitos (un libro de tela, una marioneta-pollo que le regalaron para el cumple y un sonajero de peluche) que prácticamente no vio hasta el momento mismo del viaje. Así, jugábamos con la ventaja de la novedad, y se los íbamos dando a medida que se cansaba de cada uno.
  Es importante recalcar que en ningún momento le pusimos ni tablet ni móvil ni ningún aparato electrónico (de hecho no usa nada de eso) así es que si nos esforzamos, podemos tener a lxs peques entretenidos sin necesidad de recurrir a estos aparatos.
  
  Por supuesto, las paradas son fundamentales, tanto para quien conduce como para lxs peques,que no deben de estar nunca más de 2h en sus sistemas de retención. Nosotros decidimos parar o cuando se despertaba de la siesta,o si iba despierta cuando llevábamos alrededor de hora y media. En cada parada le dimos agua y/o teta, paseamos un poquito, jugamos con ella, etc. Las vueltas al coche fueron algo "traumáticas" pero enseguida se le pasaba.

  La comida también era algo que nos preocupaba bastante, ya que al hacer BLW y estar muy concienciados con su alimentación, nos inquietaba un poco que se "desmadrara". En este sentido, seguimos unas pautas, que en nuestro caso funcionaron:
-Tanto en Granada que nos quedábamos en casa de los Titos, como en Córdoba que teníamos alquilado un apartamento, procurábamos, al menos, comer o cenar en casa de comida casera.
-Si la hora de la comida o la cena nos pillaba por la calle, nos pedíamos siempre comida que Eyre tuviera ya introducida, y siempre la pedíamos sin sal (o con poquita sal) y muy cocinada.
-Como siempre llevo su lechita a cuestas, si un día estaba muy despistada y no quería comer sólidos, no la obligábamos (nunca lo hacemos) y no nos preocupábamos en absoluto.

  En cuanto al tema de dormir, lo mismo:
-Si podíamos estar en casa para la siesta, perfecto (y mejor, ya que duerme más y mejor en la cama) y si no,
-Mochila de porteo (generalmente) o carro

  Es por estos dos aspectos (comida y sueño) por lo que nos decidimos por alquilar un apartamento. Era como tener una casa 24h disponible y sobretodo con cocina donde poder cocinar y comer tranquilos y con alimentos sanos y de conocida procedencia (concretamente, de un supermercado muy conocido de un señor valenciano con un gran imperio ya)

  En conclusión, viajar con Eyre nos ha resultado mejor de lo que (sinceramente) esperábamos. No sé si los "trucos" que hemos utilizado han funcionado realmente o ha sido el amor de hija que tenemos (o una mezcla de los dos). Pero si tenéis pensado viajar con vuestrxs hijxs, ¡nada perdéis por probarlos!



2 comentarios: